Economic growth over the past 1000 years can be viewed as sporadic, but a persistent trend is that over the past few centuries, countries of the Organization for Economic Co-operation and Development (OECD) have fared better than their peers1. For centuries, scholars have explored theories to explain the causes of economic growth, with investment in human capital2 representing a key tenet more recently. Interestingly, the last several decades have also witnessed a consensus of thought on human capital investment as a key driver of income growth and inequality at the individual level3. Indeed, within certain circles, scholars have argued that the most important investment society can make in its citizenry is to increase their investments in early childhood education4.
What remains unsettled, however, is why such investments remain low among certain populations and what should be done to promote them. While the literature reveals that parental investments in children are one of the critical inputs in the production of child skills during the first stages of development5,6, evidence also shows that such investments differ across socioeconomic status (SES hereafter)7,8,9. Even though these differences have been consistently observed across space and over time, serving to exacerbate the rising educational and income inequalities that are commonly observed in modern economies, we know little about the policies needed to address their underpinnings.
This paper takes a step back to examine sources of the disparate parental investments and child outcomes across SES to reveal one potential mechanisms for closing these gaps. We begin by presenting an economic model that invokes parents’ beliefs about how parental investments affect child skill formation as a key driver of investments10. We then add empirical content to the model by focusing on the first few years of life, when parental investments in children have been found to play a crucial role11,12,13. To do so, we design two field experiments to explore if such parental beliefs are malleable, and if so, whether changing them can be a pathway to improving parental investments in young children. In the first field experiment, over a 6-month period starting 3 days after birth, we use educational videos informing parents about skill formation and best practices to foster child development. In the second field experiment, we test a more intensive home visiting program using assessment-based coaching and feedback for 6 months, starting when the child is 24–30 months old.
Operacionalizamos nuestro primer experimento de campo aprovechando el sistema de atención médica.Más específicamente, construimos asociaciones con 10 clínicas pediátricas que prestan predominantemente familias de baja SES en el área de Chicagoland y aprovechamos las primeras visitas de pozo hijo.La intervención es fácilmente replicable y relativamente de bajo costo.En el segundo experimento de campo, proporcionamos una intervención de visitas domiciliarias a familias de baja SES reclutadas en clínicas médicas, tiendas de comestibles, guarderías, ferias de recursos comunitarios y transporte público en el área de Chicagoland.En ambos casos, medimos la evolución de las creencias de los padres sobre el impacto de las primeras inversiones infantiles, las inversiones de los padres y los resultados infantiles en varios puntos de tiempo antes y después de las intervenciones.
Nuestros análisis apuntan a varias ideas únicas. Primero, mostramos que existe un claro gradiente SES en las creencias de los padres sobre el impacto de las inversiones de los padres en el desarrollo infantil. Un segundo resultado proporciona evidencia de que estas disparidades importan, como las creencias de los padres predicen los resultados cognitivos, del lenguaje y socioemocionales posteriores de su hijo. Por ejemplo, encontramos que las creencias de los padres sobre el impacto de las inversiones infantiles tempranas explican hasta el 18% de la variación observada en las habilidades del lenguaje infantil. Una tercera idea es que esas creencias parentales son maleables. Ambos experimentos de campo inducen a los padres a revisar sus creencias sobre el impacto de las primeras inversiones infantiles. Además, explotando los choques de información aleatorios generados por los experimentos, mostramos que la revisión de creencias llevó a los padres a aumentar sus inversiones en sus hijos. Por ejemplo, encontramos que la calidad de la interacción entre padres e hijos se mejora después de la intervención más intensiva (y en menor medida, después de la intervención menos intensiva), y proporcionamos evidencia de una relación causal con los cambios en las creencias sobre el desarrollo infantil. Finalmente, encontramos impactos positivos en las interacciones de los niños con sus padres en ambos experimentos, así como mejoras importantes en el vocabulario de los niños, las matemáticas y las habilidades sociales-emocionales con el programa de visitas domiciliarias meses después del final de la intervención. Estas ideas representan una parte clave de nuestra contribución, ya que muestran que cambiar las creencias de los padres sobre el impacto de las inversiones infantiles tempranas podría ser una vía importante para mejorar las inversiones de los padres en niños y, en última instancia, los resultados infantiles.
Our work speaks to several branches of the literature. First, it contributes to the literature on parental beliefs by exploring the mutability of such beliefs. Research in Developmental Psychology has found that parental beliefs about child development can predict parenting practices, home environment and child outcomes14,15, and also explain socioeconomic disparities in parental language inputs16,17. Recently, the economics literature introduced parental beliefs about skill formation as a key factor in models of human capital investments10. This literature shows that such beliefs differ across SES, and that they predict investments in children18,19,20,21,22,23. Not only do we replicate those different findings, but we additionally use two field experiments to demonstrate that parents’ beliefs about the impact of parental inputs are malleable and link changes in those beliefs to changes in investments.
Otro aspecto distintivo de nuestro estudio es la exploración de la cadena completa de impactos, desde las creencias de los padres sobre el desarrollo infantil hasta los resultados infantiles, de dos tipos diferentes de intervenciones dirigidas a los padres.Este enfoque nos permite centrarnos en dos tipos de intervenciones y explorar si cada una puede cambiar las creencias, y cómo esas creencias cambian en los comportamientos de los padres.De esta manera, nuestros datos sugieren que los cambios más pequeños en las creencias de los padres sobre el desarrollo infantil no son necesariamente suficientes para inducir cambios duraderos en las inversiones de los padres y los resultados de los niños.
By focusing on parental inputs, we also contribute to the literature on early language interventions in Developmental Psychology24,25,26,27,28,29,30. These papers show that providing parents with feedback, or coaching, regarding their linguistic inputs can enhance parent–child interactions. Results from our second field experiment confirm those findings in another population, English Language Learners in Spanish-speaking families, and we go one step further by assessing the impact of the intervention on a large spectrum of child outcomes.
El resto de nuestro trabajo se organiza de la siguiente manera.La sección "Resultados" explora las raíces de las desigualdades socioeconómicas tempranas a través de dos experimentos de campo, resumiendo nuestro diseño y nuestros resultados experimentales.La sección "Discusión" proporciona comentarios finales.En la información complementaria, presentamos nuestro marco económico que proporciona un vínculo crítico entre las creencias de los padres sobre el impacto de las inversiones tempranas, las inversiones de los padres y los resultados infantiles, los detalles sobre las metodologías experimentales y econométricas, así como algunos resultados adicionales.