La mejor forma de predecir el futuro es creándolo. Esta ocurrencia del renombrado pedagogo Peter Drucker resume el intrigante punto de inflexión en el que se encuentra actualmente el mundo de la educación.
En primer lugar, es necesario formular una pregunta con seriedad: ¿cuál es el futuro de la educación? La tan cacareada digitalización de la educación ha sido precipitada por la pandemia de Covid-19. Las clases en línea y la educación híbrida, que eran más bien excepciones en el pasado, ahora son la nueva norma. El enfoque socrático de la enseñanza y el aprendizaje, basado en recursos de aprendizaje preempaquetados, ya no es indispensable. Los maestros han evolucionado desde el 'sabio en el escenario' hasta el 'guía en el costado'. De proveedores de conocimiento, han emergido como facilitadores de conocimiento.
Se ha observado un cambio similar en los estudiantes del siglo XXI. Con un fácil acceso a una gran cantidad de datos con un simple clic, los alumnos exigen una mayor participación en la curación de sus experiencias de aprendizaje al involucrarse activamente en la creación de contenido y en decidir el ritmo y el lugar del aprendizaje. Las aulas invertidas están generando un pensamiento de alto nivel. La folcsonomía basada en etiquetas es evidencia de que los estudiantes son productores eficientes de conocimiento y lo difunden a través de las plataformas de redes sociales.
Junto a estos cambios en los perfiles de profesores y alumnos, el propio entorno de aprendizaje se ha transformado. Las fuerzas gemelas de la tecnología y la pedagogía están redefiniendo el significado de la educación. El énfasis está pasando gradualmente de la enseñanza de una materia al desarrollo de un individuo responsable y erudito con conciencia hacia la sostenibilidad.
Los futuros sistemas de aprendizaje darán forma a esta nueva forma y decidirán el curso de la educación en la tercera década del siglo XXI. Entre los múltiples elementos de estos sistemas, algunos requieren formación docente para el empoderamiento de los educadores para liderar este cambio hacia el futuro.
Sistemas de instrucción de la Nueva Era
Para prepararse para el salón de clases de 2030, es imprescindible una comprensión profunda de los sistemas de instrucción de la Nueva Era. El uso eficiente de los recursos de aprendizaje, el aprendizaje adaptativo, el aprendizaje basado en competencias, la competencia digital y la toma rápida de decisiones facilitarán a los maestros aprovechar al máximo los sistemas de instrucción de la nueva era que aprovecharán tanto la nueva tecnología como la pedagogía de manera efectiva.
Evaluaciones habilitadas por tecnología
Para facilitar que los estudiantes desarrollen habilidades concretas sobre el aprendizaje abstracto, es fundamental evaluar su desempeño de manera justa y confiable. Las evaluaciones basadas en computadora y las evaluaciones asistidas por computadora ya se están incorporando en todas las instituciones educativas. Para crear un perfil completo del aprendizaje de un estudiante, la tecnología colaborativa basada en la nube hará un seguimiento de su progreso académico a lo largo de los años y las instituciones. El desafío para los educadores sería elegir el tipo correcto de evaluación.
Los estudiantes como cocreadores de contenido
Los estudiantes ya no se conforman con ser pasivos en su experiencia de aprendizaje. Exigen participación activa e involucramiento en la creación de contenido, diseño de currículo, planificación del aula e incluso evaluaciones. La responsabilidad recae en los maestros para guiar a los estudiantes a través de este compromiso mejorado y seleccionar el contenido creado por los estudiantes.
Interoperabilidad en la educación
En la actualidad, la mayoría de las escuelas de todo el mundo operan en plataformas híbridas. Los maestros de K12 y educación superior están utilizando múltiples plataformas tecnológicas y sistemas de gestión de aprendizaje para entregar el contenido y evaluar el desempeño de los estudiantes. La tecnología inteligente, impulsada por redes neuronales, interconectará diferentes conjuntos de datos para crear un conjunto de información completo y cohesivo a través de la interoperabilidad en la educación.
Para introducir con confianza estos elementos y navegar el cambio en el futuro cercano y lejano, los educadores en la educación K-12 y superior deben estar equipados con las competencias tecnológicas y pedagógicas necesarias. Los programas especiales de desarrollo profesional como STTAR Future Learning Systems están diseñados para satisfacer esta necesidad. Dirigido por académicos y expertos globales que han realizado un trabajo innovador en el campo de la educación, el programa presenta sesiones que profundizan en todos los elementos y temas relevantes para definir el futuro de la educación. Ese futuro no está lejos y la preparación para crearlo comienza ahora.
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